martes, 17 de junio de 2008

Mazatlán


Colaboración de Rubén


Fue una extraña primavera, abrazado al frío de Enero, crepúsculo de luna llena y por voz, un silencio. Un silbo arcaico y ciego flotaba indolente arrastrándose en un reguero incierto al desamparo indiferente del trasiego humano bajo la luz taciturna, de un sol soñoliento. Reunidos todos los vientos en un manojo de sueños, una brisa ebria barrió los últimos vitrales levantando vahos cobrizos de polvo y hojas podridas desprendidas del cielo. Llovía en algunas esquinas de Querétaro, apenas unas esquirlas de gotas embarradas de ocre viento, una lluvia rala, de compromiso, que ni nubes habían, acaso dos estrellas en el horizonte saeteado de iglesias y de ellas, una, era Venus, el planeta.
Una procesión astillada de semicorcheas me trajo a su vera, sentado bajo la arcada pétrea de una madreselva cuyas flores eran blancas piedras, cuatro pesos era todo el rocío de monedas escampadas en tierra y en el regazo engatusado de su hombro, un violín de tres hebras por cuerdas deshaciéndose en regueros de aserrín, desmoronándose por la carcoma cada vez que raspaba corrigiendo el aura de las notas, dejando guijarros de escarcha, retales fugaces de su alma en las ascuas marchitas de una ausencia.
-Es tierra- me dijo. -Arena de la playa de Mazatlán…-.
Tras su dermis velluda de arrecife el salitre había cauterizado en su mirada una profundidad cósmica. De manos primorosamente erosionadas, sus dedos languidecían como algas desmochadas tocando siempre la misma tonada...
-Es el murmullo del mar de Sinaloa- aseguró. -El violín guarda los sonidos de una caracola. Me recuerda las olas- y sonreía o parecía que lo hiciera con un deje de tristeza infinita.
Antes de alejarme con mis prisas urbanitas le di una miseria de monedas, conchas creyó que eran. Se santiguó al escuchar el repiqueteo del nácar en la acera sin poder evitar el desprendimiento de una lágrima, marchitándose en la tierra.

10 comentarios:

Fran dijo...

No sé que es más bello en tu relato, si la prosa precisa y estrecha o ese fondo que tiene porque lo llevas y sabes contarlo.

Gracias. Un abrazo

Anónimo dijo...

Querido amigo, cada paso, cada vivencia es una historia, para mi no e fácil responder a tanto diccionario pero no por eso, dejo de valorar su forma de expresarse, su manera de describir cada paso de su vida, si no es ficción, yo diría que no pero los reyes de las plumas no le cuesta transmitir, el color y el sabor de la vida.
Mi enhorabuena y un beso grande
Ley.

Anónimo dijo...

Para Ley.
De algún modo cuando escribo trato de dejar algo de mi impreso en ello, y ese algo a veces requiere ese desprendimiento caótico y desgarrado porque es la ùnica manera de sentirme desahogado aunque no siempre satisfecho, por eso, una vez acabo un cuento paso y repaso por todas y cada una de la frases sin cargo de conciencia mutilando las palabras, quitando, depondiendo, buscando sonidos nuevos, palabras de poco uso, porque en ello hay algo de maravilloso, como un paisaje que uno ve por primera vez. A las palabras nuevas no hay que temerles, sino al contrario recibirlas con una alegrìa expectante y jovial, es como un aliciente, como un regalo preciso y precioso y de ellas debemos de valernos para tratar de expresar con la mas fidedigna realidad lo mas imposible de describir, los sentimientos humanos.
Ley, un cálido abrazo y muy agradecido por haber leído el relato.
Rubèn.

Anónimo dijo...

pues lo expresa usted de maravilla, si pudira hacerlo así de bien, escribiría sin parar pero cuando escribo algo, me hacen llorar las respuestas, gracias por el abrazo, le dejo otro para usted.

Pd/ ese nombre me agrada más, como decimos en mi tierra, el anterior, era muy rebuscado, frase que no le grada a Fran jeje

Besos y cariño para los dos

Ley.

Anónimo dijo...

Bueno,bueno,situandose a la orilla de ese mar o porq no en su puerto, no es difícil de presenciar las manos resecas y la piel de la cara a cuarterones, a los hombres q salen de la mar, del trabajo diario en su puerto, a la espera de unos pesos y algo de pescado para llevar a sus casas, otros descargan las valijas y sin tregua dan voz a su esfuerzo....solo por esos pesos q maniatan su libertad.
Q poco cuesta sentarse, observar, y desmenuzar q hay en sus rostros.
Hay plazas donde si atraviesas en la noche o al amanecer, ves chaparros sin edad determinada dormir acurrucados con la esperanza de un nuevo amanecer, y quitarse el hambre a golpes, pero ahi,a la espera de q le tiendan la mano.
Porq dejar de contar lo q se siente? seria como andar de puntillas, en vez de descalzo como ellos lo hacen y la vida misma les depara.
Gracias por el relato.
Besos maria dolores

Anónimo dijo...

para Maria Dolores.
Estoy de acuerdo con usted de las descripciones que hace en cuanto a los personajes que describe y que uno puede encontrar cerca de las puertas de la mar.
Si bien es cierto que el relato en sì augura mas bien un transfondo nostalgico, casi efìmero y sobre todo ìntimamente humano mas que una descripciòn tàctil y fìsica de un hombre de carne y huesos, para mi es la revelación casi imposible de un esfuerzo en donde toda la fuerza no està en los huesos de miseria que lo sostienene, sino en la riqueza, ùnica, que es la emociòn de un sentimiento ya lejano pero bien empapado en su alma de alguien que se encuentra a mas de seiscientos km del ocèano mas pròximo (ya que la historia se situa en Querètaro) y sin embargo no deja de llevar consigno el salitre arado en sus manos, el agua de mar en el rocío de sus làgrimas, esa anhelo con efluvios de brisa de suspiro en sus labios.
Un marinero de la vida convertido en agua.
Un abrazote María Dolores.
Gracias por estar ahí de nuevo.
Rubén.

Anónimo dijo...

Sabes una cosa Ruben, q gracias a tus vivencias has movido la inquietud de volver, tiempo q lo sueño, pero ya decidida, es mi amada tierra, la q me ofreció algo q había dejado aca maltrecho, pero q volví a recuperar.la confianza. el amor....y no perder detalle de cuanto observo y quiero compartir.
He viajado por distintos paises, pero cuando me preguntan, cual me recomiendas, q es el q màs sentido dio a tu vida? siempre respondo no dejéis de disfrutar de Mexico. D.F. o cualquiera de sus estados.Las plazas su dulzura y el amor a flor de piel.me gusta incluso observar como juegan al ajedrez, plaza q cada dia recorro y siempre hay en la tarde noche un chaparro tratando de reconciliar el sueño con el estomago vació.¿cuántas veces entre al Museo de Diego Ribera? ver su mural e ir analizando o tratando de conocer sus personajes.
Te dejo. porq seria interminable las anécdotas.
Besos maria dolores.

Anónimo dijo...

Maria Dolores;
De repente pienso que uno es todo aquello que ha vivido sin hacer uso de la balanza cualitativa de la dualidad porque todas las experiencias cuentan por dulces o amargas que puedan ser. De algùn modo nosotros en un aspecto mas amplio de lo que podamos imaginar estamos hechos de todo lo que hemos vividos por sencillo que parezca, una mirada perdida que de repente nos encontramos en la calle y que jamás volveremos a ver pero que siempre formará parte de nosotros, un silencio en alguna esquina, una discusión, una sonrisa o miles de lágrimas que no pudimos evitar derramar, todo lo que por nuestros ojos pasa, por nuestros pensamientos, por el santuario sagradado de nuestra piel, por el calostro de nuestros huesos, por lo que hicimos y aún por lo que anhelamos y no se cumplió, todo eso y mas pienso que es de lo que se va nutriendo el alma, la esencia divina que nos ilumina y mantiene en vilo y esperanza este cuerpo de entretiempo que es nuestro caparazón físico donde hace de alambique para nuestro espíritu, el crisol donde fundirnos en la piedra filosofal e ir descubriéndonos, moldeándonos, afinándonos algo que ya de por sí es perfecto, es por eso que todo lo que hemos vivido, todas esas nostalgias de la que nos alimentamos y aún siguen nutriéndonos siempre irán con nosotros aún cuando las olvidemos o no volvamos a vivirlas porque en el fondo están impresas en nuestro camino de vida a modo de inflorescencias de infinitos aromas iluminando, mas profundo que el tuétano de nuestros huesos.
Por eso allá donde vayamos, despiertos, durmiendo, riendo, llorando, todos los países visitados, todos los rincones, todas las personas, todas las caricias, todos los sinsabores pienso que es el humus del cual nosotros hundimos nuestros raíces y nutrirnos para emerger como una flor radiante cuyo fruto está contiuamente madurando sin llegar jamás a podrirse.
Un abrazote, que tengas un lindo día.Paz.
Rubén.

Anónimo dijo...

Para Ley.
Siga escribiendo aunque la tinta sea sus propias lágrimas, siga gozando del placer de vaciarse, pienso que cuando mas vacios andemos mas llenos de vida estamos, de algún modo probablemente quien sabe si ese sae un modo de llegar a uno mismo, sin necesidad de dar un paso, sino estando espectante y tranquilo confiando en retomar de nuevo esa intuiciòn innata y pura, esa voz del silencio.
Pero en fin, esto no deja de ser mas que una opinión, cada uno percibe las cosas a su modo.
Que tengas un grato día.
Un abrazo.
Rubén.

Anónimo dijo...

Para Fran.
Para mi lo mas bello es poder compartir lo que hago y en eso soy yo el que te estoy agradecido.
Un abrazo.
Rubèn.