sábado, 31 de julio de 2010

LE ECHO UN POLVO A LA EDAD TODOS LOS LUNES


amartinezfotografia.com

…aunque sea un mal polvo ya, y sigo conviviendo con todo lo de siempre: con la misma mujer que no se me hace vieja porque “cuando se está muchos años junto a otra persona, el otro no envejece” (Sergio Olguín); con la constancia que tienen los días en venir uno tras otro pues perder la cuenta de los almanaques ya no me importa. Le echo un polvo a la edad a ver qué pasa, mientras yo voy como de paseante feliz en un todo a cien y miro salir de casa a esas chicas que me gustan siempre, medio vestidas con las ropas que les regalaron sus amantes.



Y hoy tengo que venir adrede a explicar eso de la edad, lo que cuento tantas veces, luego diré por qué. Me resulta válido para pedir que me esperen hasta mi próxima mañana que tenga libre –esas del otro día- para no tener que hacer memoria de la forma que tengo de dejar un abrazo espléndido e irrepetible, pendiente; y cuando alguien nota mi palabra que se hace añeja, pues que lo sea; o una bolboreta revoloteando a mí alrededor viva de alguna manera siempre conmigo entre las letras, en esta mi vejez donde no hace falta un hueco sino que ya lo hay desde siempre y es especie de bella permanencia. Todo esto es una forma de echarle un polvo a la edad los lunes.


Una forma y una manera de hacerse así viejo: que no le sepa mal a uno estar mucho rato con alguien sin hablarse; a gusto, con ropa de andar por casa, quizá barata pero bien llevada; dejar de mirar antes de dar un beso; saber convivir con el verso de Ángel González “te llaman porvenir porque no vienes nunca.” Para qué quiero el porvenir, basta el tiempo de ahora, un hoy desgastado y hermoso con la ilusión de ir pudiendo contarlo luego.


Siempre tengo a mano los mismos recursos de hace tiempo: como si fuera la insistencia de la lencería blanca en un polvo verdadero; oler pronto a café recién hecho; hacer sentirse bien a una mujer aunque no me lo diga luego; ser capaz de crear una relación civilizada, compensatoria, cuando te das cuenta que la pasión de los cuerpos hizo ya las maletas hace tiempo, como es capaz de explicar en un cuento Patricia Esteban. No es fácil pero hay que intentarlo cerca de cincuenta años.


A la vez yo siempre he hecho lo que fuera necesario, como caricias distraídas y distantes buscando un cariño húmedo, vigente y permanente; sólo quiero eso imprescindiblemente que tenga una estancia verdadera, una idea plena capaz de mantenerla, como antes, con las maletas ya hechas.


Si es bien fácil, en el fondo se trata de que sea verdad que esto es un privilegio, no me cansaré de decirlo: saber qué cosas son verdaderamente necesarias y demostrar que llevo siempre la misma intención: no tener que volver, sino estar aquí ya para siempre. Hasta que vuelva a ser otra vez lunes, los lunes de los jubilados de las obligaciones que cuando eran imprescindibles las cumplimos, nadie tuvo que explicárnoslo. Un polvo puede ser saber decirle a alguien, como en ese cuento de Patricia Esteban de que hablaba, “ya ves, te voy a querer siempre por mucho que me joda.”


Es que hay gente que no sabe decirlo y tampoco hacerlo. Yo vengo manteniendo ya hace tiempo el margen que tienen las palabras del que me habla para poder conseguir así un hermoso lenguaje verdadero desde el principio, todas las veces que sea necesario, que pueda conseguirse luego un largo rato de felicidad del que tienes cerca, así, así vengo cumpliendo años.


Siento como una liturgia del cariño cada atardecer, lo busco en las cosas a mí alrededor, en la gente que me quiere para poder saldar así todas las cuentas hasta el lunes siguiente. Tengo todavía muchas cosas que contar hasta que me jubile de estar jubilado, pero no quiero hacerlo de todo aquello que ha constituido cualquier alegría de mi vida propia o ajena.


Pienso cada día en ese incomparable café de las mañanas, las cervezas frías, las rebecas sin botones o las blusas abiertas. ¡Qué pasa! Es lo que más me gusta, lo que me hace feliz o puede hacer feliz a alguien al leerlo, al buscar un abrazo o un hueco permanente, alguna cosa bella de esas que aportan señal de vida como la ceñidura sexual de los vaqueros, la literatura, la propia vida.


Y tendré que rebelarme, sin embargo, como una señal insistente, cuando hablas por teléfono con quien está simplemente representado a alguien y te pide enseguida tu nombre y apellidos, tu DNI, tu fecha de nacimiento y a lo mejor hasta el Nick con que llegué a estas páginas que nunca le he ocultado a nadie.


Y menos hoy que le echaré un polvo tremendo a la vida por ser mañana lunes y haber cumplido hoy, setenta y cuatro años de esa vida que es lo que hicimos y también lo que no supimos hacer.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuanto me alegra saberme la primera, no por el orden sino por haber sido la privilegiada que ha logrado leer que vas a cumplir tus 74 años iniciando tu semana en un encuentro sexual con la vida, echándole un polvo a la permanencia, a las ilusiones, a las ganas de seguir en esa ruta diaria "jubilada de obligaciones" y pletórica de retos,de amaneceres tempranos preñados de una retórica literaria que hacen de ti y de tus ideas esa bitácora espléndida y lujuriosa capaz de echar un polvo cada lunes a ese comienzo de calendarios olvidados.

Si, Fran, me alegra ser la primera en poder disfrutar de ese polvo, como una mirona lasciva que sabe de la entrega de los amantes en ese encuentro de "muerte y vida", porque en un polvo se matan las frutraciones y se derrama fuerza, ilusión y vida.

Feliz cumpleaños, mi niño, feliz cumple polvos el resto de tus dias...

Ha sido un lujo leerte porque creo que has escrito con las mismas ganas y alegría con que yo te he leido.

74 Besos, 74 abrazos para ti, por ser un amante perpetuo y pertinaz.

Bolboreta

Fran dijo...

Alegría compartida, Bolboreta porque estás en esa vida a la que echo un polvo cada lunes. No quiero perder, esa ilusión por la vida nunca y seguir buscando el verbo que lo encuentro cada vez pensando en quién me lee.

La primera, claro, Bolboreta, mira y participa, tienes todo el derecho, fuera las frustraciones y las limitaciones y frente a eso se impone las ganas por la vida. Tú haces lo mismo.

Gracias por leerme tan pronto, es una de las mayores satisfacciones que este día puede darme. La has aportado tú.

Anónimo dijo...

Hay hombres que tienen la edad de las mujeres que le abrazan, fui afortunada teniéndote en un castillo pintado de colores, ¿Te acuerdas? Más afortunada me sentí siendo la depositaria de cuentos, y palabras vestidas de gala entre el eco de nuestro mar oyente.

Hoy es un día no para cumplir sino para celebrar tu alma de poeta.
Desde aquí en la cercanía desde siempre y con la admiración a cuestas, el mejor abrazo, ese que sólo tú mereces queridísimo Fran.

María

BB dijo...

Te hablé de tu palabra, que se hace añeja y como los vinos, su calidad, su delicado bouquet, la convierte en algo inapreciable.
Y hoy que ya tiene setenticuatro años, nunca supo mejor.
Y yo te abrazo tantas veces como puedas soportarlo, te beso tantas otras, hasta dejarte sin aliento y desde acá, allende el mar, mis besos te sabrán a sal y te llevarán el eco de la caracola marina y el dulce cantar de alguna sirena perdida...
Feliz cumpleaños, querido amigo
BB

Fran dijo...

Me ha gustado, querida María, eso de que haya hombres que tienen la edad de las mujeres a las que abrazan. Pues, entonces, soy muy joven, ¿cómo no me voy acordar de aquel abrazo y de las palabras que vertí?

Gracias por tu admiración, por pensar que tengo alma de poeta y por tu abrazo que siempre te devolveré.

Fran dijo...

Qué bonita amistad la tuya, BB y cómo has sabido siempre apreciar el valor de mi palabra.

Gracias por tu abrazo (así se abraza, dejando sin aliento), sirena perdida y hallada.

Anónimo dijo...

Lo primerito, un feliz cumpleaños y a la espera de otros lunes para q termine en cinco.
Me haces recordar q ya en la madrugada del lunes empiezas a marcar el calendario de las obligaciones, q no eludes, porq seria faltar al proposito de seguir adelante, todo es relativo, jubilada del jubileo, pero q marcamos la meta, aunq despues haga aguas cuando se presenta otra cosa y sin pereza sales de curso, y me falta el rio,. Pero algo es algo sin ganitas a veces de nadar y menos usar los remos.Sera la calor? tantas cosas son q ya ni discuto consigo misma... A veces quiero y otras no alcanzo.

Mejor como dices dejar de mirar esos ojos q jamas vi.
Triste, pero una gran realida.
No tengo balcòn, pero saldre al porche, por si pasa alguien o buscar en la noche, quien disimuladamente mira para dentro, claro q no con la intenciòn de ver el ama de casa. Serà noche perdida?.Otro pulso al proximo lunes.
Besos maria dolores.

Fran dijo...

No lo dudes, María Dolores, y sin no al balcón sal al porche, donde sea, que alguien buscará a esa ama de casa y no perderás la noche.

Eso hago yo cada lunes y a la vez que te doy las gracias por tu felicitación te incito a este proyecto sea o no lunes y acabe en cinco o en el número que sea.

Un beso con intención para ama de casa

Dol dijo...

FELICIDADES atrasadas . me lo disculparás porque aquí el tiempo va más lento.
Pero mi deseo de felicidad para ti es rápido y sincero como el beso que te mando.
Vivan los polvos , aunque sean a la edad .
Valiente .
Cuídate mucho.

Fran dijo...

Gracias por tu felicitación sin tener el tiempo sino la sinceridad. Y, en fecto, cualquier polvo es bueno.

Besos