martes, 9 de marzo de 2010

MI SECRETO ES EL TACTO


Lo explicaré, y de ahí me vendrán las palabras, algunas que pueden cubrir todo un idioma. Por eso Kirmen Uribe en su novela “Paris-New York-Paris” cuando habla del viejo proyecto de estudiar euskera, dice que sólo recuerda una palabra: “goxua”, dulzura.



Cuando la pierdo, o no la tengo a mano, o no me viene de algún sitio, no soy yo, ni parezco serlo. Me puede cercar un contexto extraño que no lo entenderé jamás, con el que me daré después golpes en el muro siempre a mano para cualquier desesperación que tenemos todos los hombres. Sentí desde niño como la creación propia de un mito: la historia inagotable de la mujer, y pagar el precio que haga falta por su profecía para unirse a ella. Por eso los hombres acabamos siendo siempre de nuestras mujeres, de cualquiera que sintamos cerca, de sus caderas donde jamás se pone el sol (qué inverosímil pero qué cierto), de lo artísticas que pueden ser sus miradas, siempre tienen una belleza aunque sea a trechos.


Por eso no quiero perder jamás la “goxua” de los vascos para ellas. Vengo a pedir perdón a la hoja de papel sin destinatario o con él, da lo mismo, por cada instante inexplicable y quieto, en que la perdí, se me hizo pedazos, se produjo la distancia, la propia negación de mí mismo, la pérdida de las palabras que podían ser perlas en mi boca.


Quiero recuperar de nuevo el tacto para sentirme bien, quieto, callarme un rato, saber que haya quién me pueda haber leído hace años y no defraudarle jamás. Creo que tengo todavía señales de ese tacto, prolongado y joven, sé dar la mano, nada menos que la mano con la inmediatez y la esperanza con que escribo un post suelto, lo pego en el pasillo junto a más de seis mil libros para que se haga viejo como yo pero que acabe siendo un astro.


Sabéis de sobra cómo me levanto, (lo he explicado al menos cien veces) y cuando me acuesto -¡qué terrible secreto!- ya leo poco rato y eso que estiro el sueño antes que el libro me deje a mí en lugar de ser yo quién lo apoye en la mesilla, apague la luz de un día menos de los que tenía y haga esfuerzos por recordar dónde dejé ese tacto, en lugar de un roce inclinado que es capaz de cambiar a la persona con crueldad, con desmemoria, dejarla sin tacto.


Tengo pues un proyecto de vida que no se lo he contado a nadie: lo que vengo haciendo. Por la mañana volverme a enamorar bien pronto de toda la mañana, estar fuera un buen rato, irme hasta donde vendan la prensa más lejos de mi casa; pasar por mi librería y enseñarle a Bea la copia de la sobrecubierta de la próxima novela de Mercedes Castro, “Mantis”, que me ha hecho llegar ella hasta mis manos en un correo electrónico, como cuando nos escribíamos por aquella su primera obra, “Y punto”, que tanto me gustó. (Tengo 32 citas señaladas, ¡qué mal he dejado el libro, o qué rico!). Luego me he ido más contento, he tomado una cerveza fría porque hacía frío, en la calle, al sol y la chica insistentemente rubia que me la trae, siempre me dice “amor mío, verás cómo está muy buena”.


Ya por la tarde, era tan urgente recuperar el tacto que luego de leer un rato “La humillación” de Roth, con “vídeo train” he juntado tres imágenes –una casa, un grafiti y un cielo nublado- y Photoshop y yo nos entendemos tanto que ha quedado divino poner el grafiti en la pared de la casa y cambiarle el cielo tan claro y tan falso por el que yo llevaba bien nublado.


Ya no tengo más cosas, más día que contaros, sino reclamar el tacto que se me escapa a veces para que venga y se me quede dentro de las entrañas para siempre el idioma de la dulzura, el derecho a la soledad, la renuncia a la indignidad de esa falta de tacto a veces. Así toda la tarde, así toda la vida.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Tus manos de hombre derecho cabían entre las mías, me produce una agradable sonrisa recordarlas por encima del tiempo y la distancia. Menos de hombre diestro, soñador, manos de hombre tierno.
Un beso de esos, de aquellos de entonces y de los otros.

María

Dol dijo...

Indignidad, nunca...
Sólo que deberíamos saber volver eternos momentos de placer sencillo, como esa cerveza fría que una muchacha te trae.
Tú siempre encontrarás a quien dar porque eres todo generosidad , inmediata , sincera, como dices bien .
Ojalá que la gente te merezca .
Un beso.

Fran dijo...

Tanbién yo las recuerdo, María, mis pequeñas manos cabían en las tuyas. Y así estuvimos hablando largo rato, supiste valorarme y me hiciste caso.

Como ahora recordando esos besos antiguos y tiernos.

Fran dijo...

Es cierto, mi querida Reyes, que sólo deberíamos quedarnos con esos bellos momentos inolvidableds y tiernos. La calidad de las personas, sus relaciones, porque precisamente por ese valor que tienen son permanentes, se hacen justo a la vez antiguas y bellas.

Gracias siempre por el cariño que rebosa tu comentario, decirlo por tu parte es la mejor muestra de que andas sobrada de generosidad y merecimiento.

Un beso siempre

Anónimo dijo...

Esa dulzura no la has perdido, Fran, sigue estando allí en cada palabra que es caricia, que se siente o que se intuye, pero allí está, suave, tierna o sensual.
Y yo la espero siempre, como la flor al rocío del alba.
Y tú sabes cómo volverla táctil, cercana, íntima...
Un beso

Fran dijo...

Es que sin la dulzura no puedo vivir y bien que me satisface que pueda ser, como dices, "la flor al rocío del alba". Ya sabes que el alba para mí es tan querida, que la necesito para poder seguir.

"Táctil, cercana, íntima". Tus palabras hoy hay que copiarlas porque le pueden a las mía en hermosura.

Un beso al alba

Anónimo dijo...

Y yo te las envío desde tan lejos, que a veces, temo que no puedan tocarte...
Un beso

Fran dijo...

Me llegan, me tocan son gestos de amor, ¡qué lejos pero qué cerca los siento!

Anónimo dijo...

La brisa del alba es, la musa que llevas dentro,apreciado Fran, es el canto divino que brota desde lo mas hondo de tu ser .Gracias a esa inspiración divina, mantienes intacto el frescor de la palabra que, hace en ti verdaderos elogios a la mujer .Así transcurren los días , envolviendo el pensamiento de rocío y orgullo logrando al final del día .Tu proyecto de estar vivo.
Siempre junto a tu sentimiento noble y puro.
Ana

Fran dijo...

Ese canto de que hablas con cariño, me lo trae efectivamente el alba, el comienzo de cada día en que me siento muy cómodo, muy entero.

A la mujr la quiero y me siento orgulloso de hacerlo. ¿Crees que es preciso decirlo, o no es necesario, basta con que encuentren dos almas nobles.?

Acertaste de pleno: mi proyecto es estar vivo y notarte, leerte junto a mis propias letras.

Mi beso

Anónimo dijo...

Hola Fram, un tiempo sin poder dedicarte unos momentos, de intentar entender q dicen tus letras.No todos piensan q son asì, un pasar por la vida, un intentar estar vivo.Hay malos momentos q cuesta superarlos y cuando uno echa cuenta atras, ve q ni vale la pena querer entenderlos.Los comentarios o respuestas a tus palabras expresadas, no todos creen q son simplemente q tocastes los sentimientos y al mismo tiempo una se abre a escribir lo q con ello depara, sin maldad ni intenciòn de arrastras hechos q no son para comentar, bastante tiene una con sufrirlos. El tacto parece q falto en mis recomendaciones y daño, por no entender q no era personal.
Mañana, dedicarè un rato a tu blog.y sea màs acertado mi saludo.
besos maria dolores.

Fran dijo...

Ninguna palabra que me dirijas a mí, querida María Dolores, puede ser interpretada en ese peyorativo sentido que comentas.

Si esos momentos malos que yo paso como todos, los post son una expresión de los mismos, a lo mejor llevas razón y no tocaba plasmarlos, pero me da lo mismo, tal como los siento los cuento y lo seguiré haciendo y siempre esperaré tus palabras sin recomendación en contra ninguna.

Un beso

Anónimo dijo...

Hay miles de momentos q sin costar nada pueden hacer feliz a muchos, yo los agradezco he intento compartirlos como tù, q no son del agrado de otros, ni nos va ni nos viene, haya ellos con sus problemas y falta de amor.. solo son expresiones y un tù a tù con el lenguaje, sin otro esencia q saber dosificar el tacto... como definimos ese tacto? me creo q de una manera unica, plasmar los sentimientos y carencias en esos momentos... no màs, sin buscar tres pies al gato. pero no siempre es asi, para otros,quizas el rencor los corroe, victima, ellos mismos q no saben vivir con un sol de luces intensas. La vida y nuestras vivencias son tan apeticibles como esa cerveza fria con la amabilidad de quien la sirve.
No te reprocho nada de tus post, lo mismo q yo hago comentarios, solo q parece ser q los mios no son del todo acertados a veces y ello da lugar a q se sientan agredidos y dañados, sin ser asì, no creo ser quien se vanaglorie de ello, seria ruin por mi parte, errores se cometen, pero no seria correcto reincidir.
besos maria dolores.