jueves, 22 de enero de 2009

MONOMANÍA HACIA LAS COSAS TRISTES


Colaboración de
"Liquidación por derribo"

En Cirugía general se usa en la sutura un tejido de seda dura muy resistente, tratado por uno de sus lados con cola de pescado –lo que coopera como aglutinante en la cicatrización, trabando de modo duradero los dos labios de la herida; se le dice tafetán.

Esto mismo es lo que yo necesito, pensé, aunque ignoro si surtirá efecto cuando se trata de los dos labios heridos del espíritu –que es mi caso, de los desgarros, descalabros y demás ruina, de que vas haciendo acopio con avaricia, al paso de los años.

De muy joven me recuerdo enemigo de hipocresías, de corazón cándido y sencillo, sí, yo era de fiar. Y no sé quién o quienes, que malhadadas circunstancias me han vuelto como soy, que no me reconozco ni en mis actos ni en mis más enrevesados pensamientos. "¡Ah, si pudiese amar y querer en lugar de este odio!"

Me afloraba a cada dos por tres el sentimiento. Aún me veo en los pasillos de la audiencia desierta, aguardando la salida de los Magistrados a la hora de comer, conclusas las vistas, despejado el edificio de todo personal. Defendía a un chico heroinómano al que veía como al hijo que me falta. Al salir el Presidente de Sala lo abordé y le expliqué, mostrándole una nota escrita.

-No nos pasamos recomendaciones entre nosotros, Salvador.

-Perdóneme, pues. Es que el Fiscal pide una pena muy alta. Y fue en ese mismo momento que se me quebró la voz.

Don Fernando alargó la mano y se quedó la nota.

Todos los años me ocurre lo mismo. Nací en puertas del verano y, cuando llega el Otoño, los astros están en las antípodas de la posición que ostentaban cuando me vomitaron sin pedirme parecer. Es el Otoño, lo noto en los balcones que no cierran, se hincha la madera, me asaltan por la noche pesadillas y desorden, el corazón se me impacienta. Es esta monomanía por las cosas tristes que me viene de niño, en que mis sueños acababan siempre en la locura o en la muerte.

Pero apunta ya la Primavera, agazapada entre nubes y destemple, cesa el rigor de invierno, se aproxima la posición astral del día de mi nacimiento.

En el Estadio Roger Salengro, debajo de mi ventana, jóvenes con el torso desnudo lanzan la jabalina. El cielo está azul, Marzo comienza.

5 comentarios:

Fran dijo...

Quizá siguiendo en las salas de la Audiencia, aguardando a los Magistrados, ayudando a la humanidad, no se hubieran terminado esos sueños, ni hubieran derivado a la locura o a la muerte. La vida es una toma y daca, y ahí ese joven daba para poder recibir luego.

Josué Ramón Ascencio dijo...

Que raro es cuando uno no se reconoce, se piensa en lo que rea y lo queria ser, espero que no te desiluciones de ti mismo y si no te gustas, pues has cambios en tu vida, lo digo solo como comentario claro, pero lo mejor es tar bien con sigo mismo y nunca conforme.

Anónimo dijo...

No recorri los pasillos, ni en momentos q quizas hubiera hecho, para defenderme, pero no valia la pena enfrentarse a algo q quizas se diera una satisfacciòn. mejor seguir sola.
Hay otras formas de ayudar al joven, Proyecto Hombre. un dia te enviare la flor q surgio de una planta llena de espino, hermosa, se florecio como su razòn y el alma, llegando a ser persona.
Siempre hay en quien pensar o luchar.
Besos maria dolores.

Bambú Blanco dijo...

Aunque sea una monomanía hacia las cosas tristes, el final es muy esperanzador.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Querido amigo, sus textos son muy triste, sabemos que no hay que dar la espalada a la injusticia pero tampoco es bueno hacer nuestros, los problemas de la misma, la injusticia es parte del juego, de los gobernantes y lo que aportamos con tanto esfuerzo, a veces no llega donde debería, me encanta ayudar pero si puedo lo hago directamente, a veces estamos rodeados de injusticia y vemos las que están a kilómetros de nosotros, no es que no sean tan importante como las nuestras, es que las nuestras las tenemos mucho más cerca y estamos seguros que esa ayuda, llega a sus manos.
Querido amigo, de sutura entiendo bastante, por mi mano pasan muchos metros al día, lástima que halla herida que no cicatrizan jamás.
Querido amigo, el paso del tiempo nos endurece el alma pero no la hace más mala, ni más buena, somos nosotros los que cogemos un camino u otro, por la circunstancia que sea, cuando nos hacemos mayores nos invade el miedo y la ternura, si es el odio y el inconformismo, deberíamos buscar un poco de ayuda y entregar lo bueno que todos tenemos dentro, antes de cruzar el río, eso sería suturar en parte, esa herida incurable del camino.
Fue muy noble por su parte interesarse por ese chico drogadicto, eso dice mucho de usted, yo trato voluntariamente con personas mayores y créame, todos están heridos de muerte, ya sea por sus enfermedades o por la dura vida, que han llevado pero cuando llevo tiempo visitándolos, se le aprecia una mirada diferente, el lo más profundo de su corazón, aun quedan mucho amor. Ah, es agradable saber como se llama usted, es un nombre muy amable y común.
Querido amigo, esos sueños los hemos tenido muchas veces, la mayoría terminan en pesadillas pero no tienen por que acompañarlo toda la vida, hemos de hacer lo posible por aparcar los recuerdos negativos y aceptar nuestros propios sentimientos, como algo normal y así, se ven desde otro punto de vista, estoy segura que si en algún momento aparcó algo en su vida, debió tener sus razones.
“Pero apunta ya la Primavera, agazapada entre nubes y destemple, cesa el rigor de invierno, se aproxima la posición astral del día de mi nacimiento.

En el Estadio Roger Salengro, debajo de mi ventana, jóvenes con el torso desnudo lanzan la jabalina. El cielo está azul, Marzo comienza.”
Este final es muy bello, es positivo y ahí demuestra que la esperanza, es lo último que se debe perder.
Un besote y animo, amigo, la primavera vendrá llena de vida y color.
Leyla.