martes, 15 de diciembre de 2009

Aporto mi bienestar animal


A raíz de mi último post sobre el entusiasmo me regalaron con inusual generosidad, un calificativo: me dijeron que poseo: “la tenacidad de un jardinero”, pero tendría que responder enseguida, precisamente por mi carencia de perfeccionismo alguno , así me defiendo, detrás no hay nada más, tan solo considerar que tengo un mundo entero después, luego del comienzo de cada día .Quizá, nada menos.



Mi posible tenacidad, mi esfuerzo diario es un tono en la vida: entre dos cuerpos, acostumbrarse uno al otro, la proximidad a no perder lo que tengo próximo, no aspirar a un deseo voraz ya, basta un bienestar animal. Ahí quiero ir a parar. Estoy bien, respondo a una hermosa aunque poco frecuente pregunta para el doliente crónico, nunca hay que entrar en detalles, es suficiente acercar la mano, insistir en un roce porque siempre lo he hecho ante una mirada dulce o un simple buen tratamiento.


Aquello que también puede definirme y hacer que me aferre como cultivador de mi simple esfuerzo, es la necesidad que tengo de buscármelo por mi cuenta, tener siempre dispuesto ese tacto amable de que hablaba antes. Vendo mi producto desde un puesto de vendedor ambulante, no arruino a nadie, hasta al más carente le busco su mejor abundancia, la comparto, la convierto en lenguaje, hago de esa persona, que conmigo se sienta más persona, le doy parte de mí si es necesario, sin derecho a retorno, presto sin avales para que de inmediato no sea sino una donación.


Busco siempre, no ser intercambiable. ¡Vaya presunción y vaya duración! Terminar un instante si es con alguien, como un éxtasis. No es fácil, por la simple razón de que existen muchas experiencias en la vida decepcionantes, apáticas o nulas. Pues tengo que ofrecer la insistencia, la instrucción que deben de tener siempre los amantes. Ese es “mi taller de privilegio”.


Me voy a tener que explicar un poco: he nombrado los amantes porque mi blog es una metáfora continuada de las formas de amar, hable de lo que hable. Me queda la adolescencia de los sueños, viejo; el empeño de buscar un erotismo propio por alguna razón: me aburre no tenerlo, y eso viene a ser siempre un éxito. A lo mejor de alguien, basta con que conquiste su color; transmito la certeza que dentro de mí todavía queda mucho por contar sin decoro; por fin la memoria me ha dejado libre y solo me acuerdo de lo muy reciente e inmediato: que la habitación está libre cual una vida abierta y yo dispongo todavía de la destreza de cómo dejar las manos. O bastaría llamarle delicadeza. Es válido el decreto de copular con la vida porque abre siempre un camino y le quita asperezas a todo el mundo.


Me explico: así -casi siempre, esa es la verdad- aquí quise responder al elogio de mi tenacidad, mejor al calificativo, porque elegí en la vida pasos fuertes frente a todo lo que nos va a volver vulnerables. Crecer es una lucha y no cabe otra alternativa que dejarse la piel para que no quepa la derrota. Lo más que admito son las esperas, con el poder de los libros luego para saber contar después de dónde saqué energía y poder darme a pedazos. Porque me importa lo ajeno, no tengo más secreto: el espacio que crean mis libros es vuestro, vivir es estar cerca, no escribo una sola palabra que no sienta como propia.


Es la mejor manera de estar con los demás, es dejarse la vejez fuera; es saber que la noche aporta nobleza entre los pechos de una mujer; que mi alijo ya es pequeño: mis amigos, el mejor pintalabios que le robo al día, no perder un instante, si es posible, en un mundo de dualidades muchas veces

13 comentarios:

Dol dijo...

Crecer es una lucha, es cierto.
Lo malo es cuando esa lucha empequeñece y agota.
Besos, Fran.
No hay nadie como tú.

Fran dijo...

Querida Reyes, te llevaré la contraria, la lucha te hará siempre más grande, al menos ante ti misma. La lucha te hace falta, como me hace falta a mi, para ser siemplemente el que soy.

Ni un poco más ni un pòco menos.

Besos siempre

Anónimo dijo...

Se acercan las fiestas y no quiero
dejarlas pasar, sin desearte lo
mejor a ti y a todos los que amas.
Un abrazo muy fuerte que entibie,
acaso un poco, estos días tan
helados de este invierno que ya
se asoma.
Un beso.

Fran dijo...

Gracias por tus deseos anónimos. Cada quien que escribe aquí tiene mi amor, y la frialdad por mucho que la traiga el tiempo no la conozco.

Anónimo dijo...

Recuerdo tu mano en la mía una mañana serena, han pasado los años igual hoy que ayer compañero de palabras, sueños y deseos, mañana.

Felices fiestas, Fran querido. Lo hago también extensible a Ana deseándole una pronta mejoría.

Un cariñosísimo beso para ambos,

María

Fran dijo...

Cierto, María, yo también lo recuerdo con sumo agrado, fuimos bellos compañeros.

A ti te deseo estos días, con los tuyos, lo mejor de lo mejor.

Hemos mantenido con los años esa amistad y ese cariño. Habla bien de los dos.

Me queedo el beso entero porque los que mande alguien para Ana, son míos también.

Fran

Fran dijo...

PARA ANA
Ha sido María, una compañera de este blog de amigos quien te ha recordado, Ana.

Mira, Ana, los viejos como vivimos de costumbres o nos olvidamos por completo de ellas, y yo ya estoy en ese grupo, no te voy a felicitar comunmente la Navidad. Quisiera hacerlo por tu padecimiento y por tu calidad humana de una manera especial que tú vas a entender muy bien:

BESO TU MANO

Anónimo dijo...

Querido Fran, es difícil buscarle un calificativo, vos es diferente, especial, diría yo, será por ese motivo que volvemos una y otra vez, claro que nos sentimos más humanos, este rinconcito está lleno de amor y donde hay amor nos sentimos mejores personas.
Mis mejores deseos para estas fiestas y para el nuevo año
Ley.

Fran dijo...

Te echaba de menos, Ley, y si un día falta alguna de las personas que quiero en mis escritos, pondré punto final. Quizá no esté muy lejos.

Hablas de aplicarme un calificativo, yo diría de ti, aquí públicamente, sin menoscabo para nadie, que eres la persona más noble que he conocido en la red. Se te ve al instante.

Que pases unos buenos días con todos los tuyos, pero no olvides de cuidarte tú.

Anónimo dijo...

Gracias por verme así, Fran, vos también lo es, no es fácil pero si luchas por que así sea, al final, se logra, de retirarse de su espacio, dios no quiera, las personas que seguimos sus letras sabemos que es un soplo de libertad y que lo necesita, no se vaya nunca, por favor!!!!!!

Fran dijo...

Ley querida, te veo como eres y mi permanencia en este rincón de escritos y sentimientos durará lo más posible, mientras tenga un eco como el tuyo.

Un beso siempre

Anónimo dijo...

Querido Fram: no estoy en casa, eso me hace el estar retrasada en respuestas,en este dia las leo, quiero asimilarlas al mismo tiempo, pero llegarà ese dia.mañana vuelvo a salir de casa solo ha sido horas, tenia q volver sin tregua.
La lucha es diaria consigo misma, para no dejar ni un minuto de vivir, atracandonos de amor.
Besos maria dolores.

Fran dijo...

Tú, María Dolores, siempre estás aquí aunque no puedas contestar. Y qué hermoso ese deseo y esa realidad de no dejar un minuto por vivir atracándote de amor.