viernes, 24 de abril de 2009

La amistad, su emoción, su paciencia


Debe ser, entregarse sin reserva hasta el final, como una antigua energía que uno tiene custodiada contra todo. Luego viene el tiempo caducado, invocando una prórroga diaria y por eso hay amistades como pendientes todavía. Invaden ese tiempo y la resistencia, se quedan pálidas y quietas. Vamos a ver, vamos a imaginarnos cómo es eso para que podáis entenderme lo que pienso. Me parece una especie de felicidad de la que hay que olvidarse al día siguiente, para eso, para aprender a perderla y parecer que ha durado la vida entera.

De joven fantaseas estoicamente en contacto con una mujer que te parece madura, es una especie de desarrollo del morbo materno. Luego poco a poco se te crea un entusiasmo similar a leer los versos en voz alta, una enorme empatía hacia quién te acercas, o se te hace amigo o amiga porque sino te crea un disgusto tremendo ya que forma parte de tu lenguaje, de tu cuerpo, de tu propio atractivo y si estás cediéndolo, sientes la necesidad de recogerlo en partes proporcionales, casi iguales. De joven cuentas en casa, tengo muchos amigos, da lo mismo el origen, el colectivo, lo que importa es la individualidad de acercarte y que se queden contigo. Siendo joven no me habían presentado todavía ni a la soledad ni al amor, me lo iban dejando para luego.

Y muy fuera de lugar quedaba la propia consideración de si valía la pena. Por mi parte sentía la necesidad de querer entrar. Déjame, solía decir, rasparé las soledades que te van a crecer: se lo pedí a unos pechos de veinte años; a los ratos esperando; al respeto que siempre tenía como si la amistad hacia cualquier chica tuviera que ser un trato de Alteza. Es que es culto, callado, acaricia despacio, decían de mí, no peligra tu clítoris ni en sus labios, al contrario, lo notarás más. Y así fui haciéndome muchas amigas, me valía la pena, me admiraba tan solo tenerlas a mi lado, es la amistad del roce, la amistad de puntillas, como si uno mismo estableciera la necesidad de una misma altura. Con los hombres, hay siempre como una rampa de comparación, de méritos que lo suele estropear muy pronto, se crean rivalidades, lo contrario precisamente a la amistad.

Pero me desnivelaba siempre pronto: yo me inventaba caminos, rutinas, como una manera de ir dándome, y amigos y amigas se quedaban atrás, pero no era precisamente esperándome, al contrario, significaba que estaba dando demasiado, antes de tiempo, precisamente, sin tener en cuenta el tiempo. Ahora es mucho más grave. Mirad, me explico: una carta, un retrato, un gesto, un comentario si me cuesta esperarlo, me hace roce, me duele, parecido a cuando estoy demasiado tiempo de pie. Y si me siento, es muy malo porque pienso que nunca lo voy a volver a tener ya.

Me sigue emocionando la amistad, sigo considerando que es una enseñanza ajena que los demás utilizarán de paso porque encima tienen el tiempo a su favor, les da lo mismo, el concepto de cuándo, la prisa innecesaria, equivocada y atrevida. Voy a pedir una plaza de descanso en un monasterio que establezca para todos mis gestos, las pausas, la paciencia, la táctica, que pueda ser mi dosis de amistad una propiedad particular y ya veremos quién entra y quién se queda.

Es tan importante que no pienso obsequiarla, es nada menos que un pedazo de amor, una parte de mis entrañas, un dolor de huesos, un paso mal dado. Llevo encima a estas alturas de la vida el rastro de sus calles en mis hombros; puse cada uno de los recuerdos en su sitio –los desharán en un rato como se desmonta una casa rica y vieja-.

Ha sido siempre la amistad mi finalidad, porque nunca supe vivir sin finalidad como los sabios Zen. Y hasta aviso a mis amigos: os he querido tanto que prometo escaparme de muerto y regresar a revivirme un rato con vosotros. Por eso en estos momentos previos tengo derecho a manejar esas amistades que me he labrado a mi modo y manera, con los zapatos viejos, con la impaciencia de cuando era mucho más joven, con la urgencia de sentir, de comprenderlo todo, como una palanca, como un punto de apoyo.

La amistad que me queda y ofrezco es ternura y servicio, la sensualidad que tiene mi verbo entre los senos de una mujer, lo que ninguno aceptamos necesitarlos, pero no dejamos de pensar en ellos. Mi amistad es un poco ignorante quizá en modos y maneras, pero es aún recental –como un cordero que mama y no ha pastado bastante todavía-. Pero urgente, única para explicarse con alguien los silencios de la vida, las pausas, para saber encontrarse los sitios resonantes de la piel. Yo los tengo ya muy localizables.

Eso debe ser su emoción y su paciencia.

20 comentarios:

Bambú Blanco dijo...

Me quedo con la amistad de los años, de las historias vividas. Me quedo con la amistad que comienza, y que se deja fluir para ver qué pasa, sin exigir. Me quedo con la amistad que intento cuidar y que me cuida. Me quedo con la amistad aún por venir.

Un saludo Fran.

Fran dijo...

No se trata de exigir a las amistades, sino de obviamente ser correspondido sobre lo que has puesto con ellas y te puedo decir, que siempre he sido buen amigo, he sabido dar antes de pedir.

En cuanto a lo que venga, pues que venga.

Un saludo

Recomenzar dijo...

Imposible agregar mas a tus palabras Perfecto
besos

BB dijo...

La amistad, la verdadera, no
pide, no exige, perdura. Los
amigos de hoy, podrán ser tan
fieles como aquellos que nos han
acompañado toda una vida. Esos,
que siguen allí, que a veces no
ves, no frecuentas, pero su cariño te alcanza, te toca, si lo requieres, si lo necesitas.
Los amigos son esa palabra solidaria, que te anima
cuando te sientes perdido.
Los amigos son el abrazo
afectuoso, sincero,
ese abrazo que te ayuda a sostenerte, si flaqueas.
El amigo, reirá contigo, pero
también llorará, cuando tú
llores y sufrirá contigo, si
es que sufres.
Y, ese amigo, respetará siempre
tus silencios o tus coloquios con
la soledad, que es otra amiga.
Cuán afortunado eres por tenerlos.
BB

Lila dijo...

Es admirable tu manera de vivir y escribir la amistad, sigues poniéndole sensualidad a todo lo que escribes y eso es lo que me engancha.

Lo mejor es que disfrutes de esa amistad, si puede ser incondicional mucho mejor ¿No crees?

Muchos besos cariñosos Fran...

Fran dijo...

Eres muy generosa "Recomenzar" y supongo que la perfección se referirá a tu beso, que como sé te devuelvo.

Fran dijo...

Estoy seguro BB que tú también tienes buenos amigos, los frecuentes más o menos, los tengas, como dices, cuando los necesites.

Besos

Fran dijo...

Esa sensualidad que hablas que pongo en mis escritos, Lila, (para mí siempre serás Lila) es que la necesito, es que se me escapa inevitablemente.

La amistad debe ser efectivamente incondicional, como la que por ti siento y siempre sentiré; tienes una juventud madura en contra de lo que tú misma dices, envidiable.

Esta respuesta a tu comentario se ha convertido en un piropo, como ves,porque a lo mejor te lo debía hace tiempo.

Pues te lo mando desde mi casa, con mi beso y mi cariño.

Recomenzar dijo...

Mi querido Fran Quien te dijo que estoy sola??????????????????????????
Besos sensuales para vos

Fran dijo...

No he pretendido decir eso, Recomenzar. Era un piropo a tu beso.

Mi nombre es Mucha dijo...

Contame...contanos de vos queremos saber que hay detras de un hombre sensual como vos...............

Mi nombre es Mucha dijo...

Fran No creo que sea duro Es un momento de recapacitar....
Bueno se necesita tiempo para que lo que venga pueda funcionar. A mi me parece un momento magico de estar a solas con una misma y la propia sensualidad de mujer...No te parece maravilloso?

mas besos

Fran dijo...

Sí, soy un hombre sensual y con gran capacidad de sentimiento, pero no hay nada especial detrás, Mucha.

Besos

Fran dijo...

Mucha, de duro no creo que tenga nada y es muy hermoso la magia de la propia sensualidad de una mujer.

Besos

Mi nombre es Mucha dijo...

besos de domingo para vos
gracias por tu comment en este blog

Anónimo dijo...

Hola Fran ya estoy aquí, me gusta este texto cargado de emoción...
eso de volver después de muerta también lo digo yo, pero espero que no sea necesario , que vivamos la amistad a grito pelado , a grito carnal.
Besos, Fran.

Fran dijo...

Te devuelvo, Mucha, los besos de domingo -siempre ando escaso-. En éste mi blog, jamás queda una línea sin respuesta.

Fran dijo...

Hola, Reyes, bienvenida. Emoción en mis palabras siempre pongo, porque ese es como si fuera su refugio. No sé hacerlo de otra manera, aunque a veces no me convenga.

Si tu grito de amistad, a veces es carnal, bien me vale que lo respire y se mueva cerca de mí.

Lo de la muerte, dejemoslo para otro rato.

Anónimo dijo...

La amistad.......... me parece q a veces es una palabra muy extensa y no siempre llega a todos, quizas porq no dejamos q entre de pleno en el corazòn y estàs sola màs de una vez, no hay exigencias , es solo dando forma a lo q sentimos o damos, sin tirar la piedra , entre ello la gran duda y pregunta ¿ q es la amistad? Cuando queremos la libertad, no dando paso a una entrega total.Alguna vez q otra me quede en la estacada, y ahi nace la duda "hay verdaderos amigos" llegando a la conclusiòn q uno se tiene q valer por si mismo. Es duro, pero la privacidad cuesta, a cambio de pocos amigos.
Besos maria dolores.

Fran dijo...

Es difícil, muy difícil la verdadera amistad, María Dolores. Sí, si que hay verdaderos amigos en esa privacidad de que hablas, cogida de la mano de la soledad muchas veces.

Besos