martes, 6 de octubre de 2009

Volveré a recogerlo todo


Ya lo dije la otra vez, el cambio de horario cansa al principio y al final, pero yo volveré para recoger todo lo que dejé, más bien a quedarme donde estaba, donde estoy, aunque hay un tema al que no le he visto solución, que al regreso será como si hubiera vuelto a cumplir los mismos años que tenía. De ahí que he eliminado casi todas las fotos viejas que no tienen ni arreglo ni con Photoshop, le he mandado una a una amiga para que la mire con la mirada ganadora de quién quiere ganar algo, precisamente, a lo mejor esa especie de paz que llega luego de un esfuerzo, el mío tendrá ese tono seguro de las cosas viejas.


Ahora que lo pienso, este viaje va ser como para hallarme mejor, a dónde voy, en la cortina del atardecer, que se me note menos hasta en la piel con la supresión en seis días de una parte de mi biografía, cambiarla por otra bien distinta, insistente, que la tenía ya hace años por cumplir y le tenía miedo. Ando haciendo pruebas estos días, me recorro mi calle toda entera en lugar de parar en sitios cerca, y me digo, ves, una cosas así debe ser la Quinta Avenida, pero mucho, mucho más enorme y más larga y con la experiencia sensorial, antes de que se me hagan viejas las ganas acumuladas tanto tiempo, tantas veces de pasearme por ella.

Suprimiré, pues, allí, las fronteras del esfuerzo como en una fiesta sabia de amantes maduros, un almanaque desnudo para que cada día dure más de lo que pienso que debe durar. Va a ser un viaje grandioso e íntimo, una forma de sabiduría que no tienen los libros, un anillo sin fecha, un horizonte que lo voy a notar hasta en los labios. Descansaré de mis otros asombros, de la beligerancia de la vida, de algún viejo beso que he escrito muchas veces poder saber darlo, rotundo y lento, y como escribió un poeta -más mujer aún que poeta- “quiso que fuera suya como nadie lo ha querido.” Descansaré de los sueños, de la complicación de entenderse con las bocas, de sentirme solo.

Pero prometo como ese viejo amante de un prodigioso cuento de Nuria Labari en que él le dice a ella: "Voy a dejarte en esta gasolinera. Volveré a recogerte dentro de veinte años. Yo tendré setenta y cinco y tú treinta y siete. Me reconocerás y todo habrá ido bien. ¿Entendido? Sal del coche."

Yo en este caso estoy seguro que a mi vuelta “todo habrá ido bien”; se me habrán terminado las preguntas que ya no me quedaban, traeré una nueva biografía, como dice mi amigo Leo, desde New York, New York, del
www.birdlandjazz.com , alias Charlie Parker (o el mejor saxofonista que ha parido la historia), situado en la calle 44ª entre la 8ª y 9ª avenida; muy céntrico y seguro también, actúa la CHICO O'FARRILL'S AFRO-CUBAN JAZZ ORCHESTRA.
En el Blue Note http://www.bluenotejazz.com/newyork toca -únicamente ese día- el 12- RAY GELATO WITH THE CITY RHYTHM ORCHESTRA, que es absolutamente recomendable. Ray es un vocalista genial; y hay posibilidades también de acudir a esos y/u otros sitios similares para degustar un BRUNCH, que es una especie de desayuno-almuerzo con Champagne, cocktails y música de Jazz que suelen darse los domingos.

Como veis llevo el programa en la mano, pero es seguro que volveré aquí de nuevo a recogerlo todo, a saber otra vez, luego del cambio endocrino y cultural de cualquier mala tarde o del cansancio callado y elegante, quizá note menos ese cansancio como esa especie whisky que emborracha lentamente: de la mujer con la inteligencia natural del cuerpo y la intuición del sexo. Volveré a la carne blanca y decadente con la oleada de Esencia Loewe que me pongo siempre; a partir de ceros otra vez, a hacer las cosas como se hacen y en la misma medida que se hacen, que ya son.

A imponer mi vida con la debilidad de mis palabras pero que me curan tantas cosas, tanta cosa. Volveré a recogerlo todo otra vez, sin dejarme nada. Junto a las personas y todas esas cosas, el deseo, esa tautología que tiene el deseo, ese pleonasmo, esa repetición, sin la que no puedo pasar sin ella.
Hasta la vuelta.

5 comentarios:

BB dijo...

Es lo hermoso de viajar: regresar.
Y si se regresa a las cosas amadas,
tanto mejor. Y recogeremos todo
aquello que hemos dejado atrás,
en desorden, tal vez, o en sus
mismos sitios, esperándonos,
aguardando, sin exigirnos nada,
amables, conocidos...
Pero, nada se puede comparar a la
ilusión de ese viaje soñado, deseado. Nada se nos muestra más
apetecible que el imaginarnos
caminar por esas avenidas, calles,
lugares, que nos parecen tan lejanos, y que pronto recogerán
nuestra huella.
Y ese brunch con champagne, que
acaso nos parezca un tanto hedonista...
Además del recorrido por el mundo del jazz, del rock, o la
visita obligada a esos barrios
de leyenda...
Y alguna noche de teatro, donde
la realidad se mezcla con la
fantasía, en total derroche...
Atrás se quedarán los miedos
y solo habrá cabida para la
esperanza: dejarás de ser larva
para convertirte en mariposa.
Y nos lo contarás, querido Fran.
Un beso
BB

June dijo...

Eso , eso , vuelve para contarlo , menudo lujazo .
Qué maravilloso debe ser todo eso.
Ya contarás.
Bon Voyage .

Fran dijo...

Pues, en efectp, BB, volveré y todo estará como estaba, y lo recogeré y de nuevo lo gozaré como lo que allí me ofrezca una ciudad tan increible y el sueño de pisarla.

Un beso

Fran dijo...

June, a lo mejor el lujazo lo he tenido hasta antes de irme: una voz, un sueño.

Besos

Anónimo dijo...

Pense q despues de tus comentarios ,la ilusiòn del viaje, no volverias a poner unas letras y sorpresa pensando en tu vuelta,veo tu agenda, la programaciòn de tan deseado viaje.... solo pienso una cosa y quizas me des en su dia la razòn. vale la pena para tan pocos dias, cambiar el ritmo de la vida, los horarios se resienten...... pero quizas tu ilusiòn lo compense, ya tengo en mente el proyecto de ir y las fechas, siempre desde otro lugar de America. ya amoldada a los horarios.Pero aun falta, casi un año, por lo tanto anotarè el recorrido y a esperar toca.
Ahora toca q cuentes tus victorias y el afinado del trompon.
Besos maria dolores.