miércoles, 12 de septiembre de 2012

¿EN QUÉ CONSISTE LA FORTALEZA?





Se lo leí hace poco a Jaime Cabré, uno de los mejores novelistas actuales: "Las cosas han sido como han sido y, si algo he aprendido en la vida, es que los hechos no pueden cambiarse por deseos: hay que tomarlos como vienen. En eso consiste la fortaleza." Los hechos nos van viniendo, y detrás de una línea roja que marca una determinada edad para cada uno, suelen ser duros, difíciles de asimilar, de admitirlos como son y encontrar la forma de resistir. Nuestras capacidades propias las hemos de ir fabricando para entonces, echar luego mano de ellas, eso nos hará fuertes, disminuyen las heridas que los malos momentos nos pueden causar.

Es la única manera de no quedarse con lo que nos trae la vida y no nos gusta, es nuestro prestigio, nuestra valía, Van pasando los años y dentro de nuestra persona se acumulan demasiadas cosas que hacen daño al final. Uno se va defendiendo con cualquier gesto de cariño que verlo compartido con alguien, produce hasta celos por no haberlo practicado antes.

Yo voy alimentando mi fortaleza de una manera muy simple, lo he dicho muchas veces: sintiéndome contento de tener un día más, de poder aprovechar 24 horas nuevas a mi antojo sin la obligación de rendir cuentas a nadie que yo no quiera. Me basta la mañana, la soledad de mis mañanas donde me acompaña esa alegría de nuevo nacimiento de que hablaba antes, un taza de café, y el interés por el libro que leía antes de terminar el último día de la misma manera, leyendo.

Rebusco entre las  cosas que tengo pendientes y me quedo con alguna que siempre me favorece; aporto el convencimiento que las peores sabré solucionarlas aunque sea echando mano de la necesaria fortaleza. ¿Tú qué eres? ¿Tú qué haces? Pues a estas alturas ya, ser fuerte y por si alguien lo dudaba lo dejo aquí escrito, en este montón de folios en blanco que aún me quedan, los lea quien los lea, tengan o no respuesta porque hace tiempo que escribo así, íntimamente de cosas propias.

Siempre ha tenido ese cariz mi blog, tuvo un nacimiento que ya tiene una renuncia, por lo que ahora es total y exclusivamente mío. Bueno, siempre lo fue. En cada línea no consideré cosas ni comportamientos ajenos, tuve la falta de vergüenza de hablar sólo de los propios. Cuando vuelva de nuevo a escribir una línea necesaria y ya casi con carácter urgente, será como dice el poeta porque se acaban los sueños, aprietan más las realidades, envejecen las rutinas como una señal de forma de hacerme viejo.

No opongo resistencia a ello porque ni debo ni puedo.  Me quedan los besos que se dan al retirarse, o esperar que alguien sepa pedírmelos, sin valor, ni precio ni exigencia, porque sí, porque a veces puede producir admiración esa fortaleza que tenemos los débiles. 

La que definí con palabras de Cabré, los hechos no siempre van a coincidir con los deseos, porque de estos tengo demasiados por cumplir y ya no tengo tiempo.
Llevo ya hace tiempo luchando hasta con las ignorancias y contradicciones de la ciencia médica.

Es importante poderle decir a tu médico, te equivocas, te lo digo desde un sitio donde no puedes estar tú, esa silla del paciente que me ha llevado a conocerme porque he sufrido y el sufrimiento es propio, no se lo puedes contar bien a nadie o nadie entenderlo plenamente. Voy en contra dirección muchas veces, lo sé, pero es la única manera que tengo de hacerme comprender, de que se den cuenta que si fueran ciertas todas sus amenazas, no estaría aquí negándoselas.

Mi historia de resistencia me la he hecho yo yendo al revés. Lo que cuento es insuficiente, ya lo sé, debe haber mucho más de lo que se puede contar. Hay pliegues particulares en la ropa de ir por casa que sólo es posible sacar alguien dotado para ello, con su cámara refleja una imagen verdadera e inaudita, la entenderá y te la puede entregar luego para incorporarla a la historia de cincuenta años de convivencia.

Para que yo, como voy a hacer, sea capaz de tener a la gente propia de estas noches, tan cerca que mi forma de convocarlos ha sido esa: "han pasado esos cincuenta años entre estas imágenes". La de hoy me emociona mucho más que las de ayer, porque la acabo de vivir, porque me la fotografiaron viviendo con quien siempre he vivido, nada menos que eso, tan difícil, tan propio.

Tiene esa imágn gestos cansados porque cansa vivir aunque nos guste tanto, pero detrás existe una realidad impresionante: se me nota la compañía y a quien me acompaña mi entrega, explico así sin palabras el sentido de la fortaleza. Ha tardado la memoria muchos años para darme la belleza de esa última madurez, tan difícil de conseguir como si a uno le quedaran muchas cosas por hacer.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Precioso escrito Fran,como siempre un placer tenerte en este modesto taller.
Hoy me encuentro en plegaria,lo necesito .
Dame serenidad Señor, para aceptar las cosas que yo no puedo cambiar”, serenidad para aceptar, pero también dame valor, valentía, empuje y entusiasmo para poder cambiar las que puedo cambiar, y dame la sabiduría que hace falta para discernir entre lo que puedo y lo que no puedo.
Sabiduría que me de la posibilidad de saber que debo afrontar y que debo resistir.
La gracia de discernimiento y de sabiduría, sostenida en la serenidad, es la que nos permite, en la oscuridad, estar alegres y contentos.
La noche se puede pasar feliz cuando se la comparte en un espíritu en paz y de alegría, es noche y no es día pero se lo puede vivir como Dios quiere que la vivamos, en permanente consolación, sin los aprietos y los apuros .
Recibe mi fuerte abrazo Fran.
Ana

Fran dijo...

Pues para aceptar, Ana, las cosas que no puedes cambiar, no te hace falta más plegaria que echar mano de la fortaleza que llevas dentro.

Un fuerte abrazo mío también

Anónimo dijo...

No todos los dias estamos capacitados para luchar,pero afrontamos la noches , con la esperanza de un nuevo amanecer, lleno de ilusiones por volver a sentir lo q dejamos atras, apartamos las penurias y luchamos porq no se apoderen de nosotros, ves y escuchas cuanta negatividad tienen algunas personas q son parte de nuestra familia, y te quedas desolada, al ver q con solo 48 años , ya estàn en la face negativa de la vida, cuando si una la alcanzara seria toda una verbena o feria sin apagar farolillos, pero como solo nos queda escuchar y tratar de q se den cuenta q la vida es un caminar con mil obtaculos, pero q siempre se superan cuando no bajas los brazos, q seria entonces de nosotros q ya pasamos la linea roja como bien dices,nos acostamos cansados, pero con la idea en mente de hacer otras cosas nuevas al amanecer y siempre con la ventana abierta, para disfrutar de los primeros rayos y emprender lo planeado aunq no llegues a todas las lineas, al menos con la conviccion q hay una mañana para rendir ¿hasta cuando? mejor dejar en blanco ese folio, si no tienes ese libro al alcance, q no siempre es posible, si intentar leer por este medio q la tecnologia nos ofrece. y q mejor tecnologia q la q nos aplicamos pare seguir en el camino.
Y hay una cosa q es una verdad, ojeo la pagina tu taller con la ilusiòn de ver q nos cuentas y q puedo hacer mio. como la cancion de Lucha Reyes De mi uso privado.

Besos maria dolores.

Fran dijo...

De verdad,María Dolores,, tus respuestas andan llenas de una filosofía que tienes y necesitas darle a los demás. A estas alturas de la vida no te debe sorprender el comportamiento ajeno aunque te haga daño.

Duerme tranquila, piensa en lo mucho que puedes hacer todavía por ti y por los demás, sean cuales sean sua maneras, pasa las líneas rojas que haga falta y ten presente que tardo en contestarte porque pienso, ahí en sus palabras hay un buen poso y merecen lo mejor.

Gracias y un beso

Anónimo dijo...

No quiero saber de fechas, nos llego el otoño, q lindas las hojas, cuando se ponen rojitas,anaranjadas, amarillas y caen como lluvia de lo mucho q ha dado, a q es bonita, yo lo alago, porq pienso serà asi mi otoño?
besos maria dolores.

Anónimo dijo...

Cuando tengas un ratito, escucha a Lucha Reyes,limeña cancion criolla.
te gustara. hay tantas bellas de escuchar, entre ellas mi Propiedad Privada. q te decia.
besos maria dolores.

Fran dijo...

Nos llegó el otoño como parte de esa vida que es un recorrido que hay que hacerse a solas, María Dolores. Da lo mismo las fechas.

Un beso, escuchando a Lucha Reyes.

Anónimo dijo...

¿Qué es la fortaleza?

La fortaleza asegura la firmeza en las dificultades y la constancia en la búsqueda del bien, llegando incluso a la capacidad de aceptar el eventual sacrificio de la propia vida por una causa justa.
La causa está en esa fortaleza que sale desde dentro,de tu vida cotidiana.Tu consejo vale para todos los que te leemos.....
Nuestras capacidades propias las hemos de ir fabricando para entonces, echar luego mano de ellas, eso nos hará fuertes, disminuyen las heridas que los malos momentos nos pueden causar.
Un abrazo fuerte Fran.
Ana

Fran dijo...

Quizá no sea un consejo, Ana, porque nunca me atreví a darlos. Pero sí una marcha por los senderos de la vida, una forma de aceptar los hechos como vengan aunque no se parezcan a nuestros deseos.

A ti siempre te deseo lo mejor