No se me termina y yo mismo estoy juzgando insistentemente mis acciones y tampoco se me acaba la necesidad de que me escuchen, de colgar el post de las cosas al oído, las que considero demasiado a flor de piel y por eso no las digo, quizá porque siempre noto que me falta aunque fuera como una caricatura en la escucha. No la encuentro, por eso no escribiré esos sentimientos porque me parece que hacerlo sería como a fondo perdido, mejor callarme, quedarme con las mismas cosas –ya veréis- y soportar así lo mejor posible el tirón de vivir.
Estoy siendo incapaz de olvidar lo suficiente y presentarme aquí desnudo, sin posesiones, ni tan siquiera la palabra mal utilizada tantas veces, la posible e imposible. Y que conste que siempre llego con hambre de sabores, de armonías, de maneras de acercarme, soy capaz de decirlo al oído templado y tierno, al que se acerca antes de que yo me aproxime. No hay manera, cada vez siento lo mismo, en cada ocasión o momento, necesito lo mismo y quienes me leen se creen muchas veces que son maneras mirar la vida, y no es la vida, es mi vida.
Escribiendo aquí todas estas veces parece que no pierdo nada, mucho peor no gano nada. Uno llega a cualquier parte inacabado, incompleto, se traía tres miradas, el empeño de estar vivo, de no haberse planteado todavía siquiera esa personalización prematura de la muerte, cada uno de la manera que sea. Y cité a Molina Foix y lo traigo de nuevo, huyendo de la muerte: “Morir siempre es prematuro. Hasta para los condenados a muerte.”
Pues yo me siento condenado a vivir y una vez empiezo a contarlo, pero puestos a ello como si fuera al revés, del final incompleto hasta el principio igualmente desdibujado por la falta de memoria. Pero eso da lo mismo, me interesa sobre todo el cargamento propio de hoy y la respuesta ajena, vaciar el depósito del tiempo que he vivido y cubrir si es posible los huecos que no pude o no supe cubrir.
Y me vengo acercando, como he dicho, buscando el oído quieto. Me va faltando el eco, puede faltar del todo porque hubo un tiempo que esto sólo se apoyaba con un único apoyo. Ya sabía antes de escribirla que cada palabra tenía su analógica, su semejante, como una mano tendida siempre.
Ya está bien yo decía, si tuviera esas respuestas a mi lado sabría hacer buen uso de ellas. Podríamos fabricar dos personas juntas la metáfora del hombre que siempre sueña lo venidero, como un sistema de sombras preparado, igual que dos amantes despacio que cruzaban esa distancia de sus cuerpos aunque fueran a destinos diversos.
Por eso sigo escribiendo, pero al mismo tiempo porque falta todo lo que falta o lo que yo creo y siento que falta, no cuelgo el post más verdadero. Aparento un falso sosiego pero carezco de una paz sin cansancio, ésa que existe en el borde los besos.
Ando por el camino de que se lo vayan creyendo, no tengo un solo gesto que no sea verdadero, pero se me notan los huecos dentro de la profundidad de mi propio depósito. Pienso seguir haciéndolo –lo he dicho en muchas ocasiones- lo más despojado de incertidumbres que puedo. En la carne tengo ya muchas veces una desobediencia irremediable; conservo la soledad y su conocimiento hasta en mis manos más viejas, creo que los dedos aún están intactos empeñados en el propio tacto para buscarlo y no dejarlo.
Vengo a decirlo porque en todo ese depósito de tiempo transcurrido aún me quedan para el futuro maneras de explicar algo cansado pero bueno, para poder compartirlo como quien lo hace con el tabaco: una naturalidad, una forma de ser que enriquece, la piel tendría que estar sobre la piel, algún sueño por inventar, inventarlo, ver cómo soy capaz de colgar de una vez el post más verdadero.
11 comentarios:
Fran: Siempre nos guardamos
esas cosas que llevamos, tan a
flor de piel, pero que jamás
nos atrevemos a decir o no encontramos a quien nos sirva
de eco, que sólo nos las devuelva,
aunque no las comprenda.
Pero, estás ahí, con la certidumbre
de tu palabra, la necesidad de
contarla, aunque haya huecos,
haya abismos en la memoria o
en los sentimientos, incapaces
de desnudar.
Y nosotros a la espera, siempre
a la espera...
"Morir es prematuro", citas.
Y yo conluyo: morir, sólo le
ocurre a otros, así, que, ¿para
qué preocuparse?
Porque la vida no se "soporta",
se vive, se bebe, gota a gota,
como si de néctar se tratase...
En tu depósito del tiempo vivido,
hay un bagaje de vivencias que
quisieras contarnos, alguna vez,
aunque para ello, tengas que
desnudar tu alma, desnudarte, sin
pudor alguno, para escribir ese post que. dices tú, sería el
verdadero, piel sobre piel,
inventado o no, el mejor...
Desde mi anonimato, te mando un
beso y un te quiero. Tú verás
qué haces con ello.
Sí, ya sé que lo más íntimo, nos parece que no lo damos nunca aunque lo estemos dando cada día con los huecos a cuestas.
Prometo desnudarme un día, sin pudor alguno, completamente, para que cualquier respuesta, aunque sea anónima como la tuya, tenga su debido eco, una vez que como yo, antes de escribir, ponganos siempre nombre y apellido.
Hasta con este anonimato que tiene la red que nunca es verdadero ni completo.
Puedo devolverte un beso pero un sentimiento de tal calibre ha de llevar su identidad detrás.
Fran: Con el beso, me conformo.
Es capaz de viajar sobre ese
proceloso mar, en forma vertiginosa. Ya lo recibí...
Bueno Fran ,mi primera visita al país virtual es para ti , y con la alegría que da este tecleo nocturno que ya casi tenía olvidado te digo que me ha gustado tu depósito de tiempo vivido, si no fuera porque te quejas de lo imposible , de que la autenticidad total se te escape de las manos, de que quieras conseguir el post más verdadero . ay amigo, un día lo pondrás y entonces será tu última palabra .
Como la mía , como la de todos , que mientras vivimos impostamos .
La muerte nos da los verdaderos nombres , y ya hemos dicho muchas veces que ese salto todavía no nos interesa , verdad??
Un beso enorme , y marítimo.
Gracias, Reyes, por tu primera visita al mundo de la red de nuevo que sea en mi blog-
Discrepo porque a mí no me gusta mi depósito del tiempo vivido. Falta como digo mi post más verdadero, no lo escribiré, efectivamente, no porque de un salto hacia la muerte, sino porque ya va siendo hora que la den públicamente mis escritos.
Mi beso también enorme porque estés de nuevo aquí.
Morir siempre es prematuro" con tanto dolor q nos va la vida, a la q nos aferramos, sin pensar cuantas cosas dejamos atras sin decir, cuando llega esa frase, acertamos al querer al recordar lo q nos falto entregar en esos momentos,no dando oidos sordos a lo q escuchamos o leemos y convertimos en riqueza, alagando,aunq no sepamos responder.
Nuestras vidas es un cumulo de sensaciones y alcòn q cerramos, pero queda abierto cada vez q sentimos q hay algo q conservar de por vida.
Besos maria dolores.
Hola Fran; lo prometido es deuda; soy Janys, espero ya no perder el enlace con tu blog. Las palabras siempre reflejan lo que somos, lo que sentimos, es desnudarnos sin quitarnos la ropa, olvidando este pudor. Yo escribo por la enorme necesidad de expresarme, es algo que hago desde niña y que ahora culmina y se establece en mi blog y en un libro que preparo. Te mando un beso y un abrazo; hasta pronto.
Siempre, Maía Dolores, hay algo que conservar de por vida, algo valioso en momentos finales, duros com te acaban de tocar vivir.
Mi abrazo más acompañado que nunca.
Pedste el enlace y ahí lo tines, Janys. No debes de abandonar esa afición, esa costumbre. Desnúdate con las palabras, es la mejor manera de hacerlo.
Un beso
wowwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwww hermoso texto uno de tus mejores
Me alegro, Mucha, porque yo pensaba que era demasiado entregado a las propias preguntas pwermanentes.
Un beso
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